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 Dándole una vuelta de tuerca a este tradicional plato italiano, logramos que se vuelva una versión más saludable y keto. Reemplazamos las láminas de pasta por rodajas finas de calabacín zucchini. Una vez que pruebes esta combinación de salsa de queso con la jugosa carne molida y el calabacín, ¡te olvidarás de la versión original!

Ingredientes
Salsa de carne1 (110 g) cebolla amarilla
2 dientes de ajo
650 g carne picada (molida)
2 cda. aceite de oliva
1 cda. albahaca seca
1 cda. orégano seco
4 cda. concentrado de tomate
3 cda. agua
1 cdta. sal
¼ cdta. pimienta negra molida

Salsa de queso

325 ml crema (o nata) para montar
200 g (425 ml) queso rallado, en dos partes
1 diente de ajo, picado
sal y pimienta negra molida
Láminas calabacín400 g calabacines

Instrucciones
Precalentar el horno a 200 °C (400 °F).
Picar finamente la cebolla y el ajo. Freír en aceite junto con la carne molida. Añadir las hierbas. Añadir el agua y la pasta de tomate, mezclar bien. Hervir a fuego lento durante 5-10 minutos. Salpimentar al gusto.
En una cacerola, añadir la crema, la mitad del queso rallado y el ajo. Llevar a ebullición. Bajar el fuego y cocinar a fuego lento durante 5 minutos mientras se revuelve de forma continua. Salpimentar al gusto.
Cortar finamente el calabacín y colocar las rodajas en el fondo de una fuente con bordes altos. Añadir la salsa de queso, la carne molida y las rodajas de calabacín en capas. Terminar con una capa de salsa de queso y cubrir con la otra mitad del queso rallado.
Hornear durante 20 minutos o hasta que el queso adquiera un color dorado agradable.