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Fuente: excelsior.com

La Cámara de Representantes de Texas, dominada por los republicanos, aprobó una estricta norma que prohíbe las llamadas ciudades santuario en uno de los estados con más inmigrantes en Estados Unidos. La ley da mayor poder a la policía para imponer las normas federales sobre inmigración a cualquier detenido y amenaza con sancionar a jefes policiales y comisarios que se nieguen a hacerlo.

Texas será el primero donde los jefes policiales y otros funcionarios podrían enfrentar cargos de falta al deber y ser despedidos por no ayudar a aplicar la ley migratoria. Una entidad que incumpla la ley podría estar sujeta a una penalidad civil de mil 500 dólares por una primera infracción y de 25 mil por cualquier reincidencia.

Las ciudades santuario son las que se niegan a colaborar con las autoridades federales en cuestiones de persecución de indocumentados.

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