Fuente: es.gizmodo.com

Okinoshima es una isla remota al sur de Japón. También es un lugar sagrado. De hecho, desde hace 600 años se hacen rituales para orar por la seguridad de las embarcaciones o de las misiones diplomáticas. Por cierto, en la isla sólo pueden entrar hombres, y ahora ha sido propuesta como Patrimonio de la Humanidad.

El enclave es la tercera isla más grande de Japón y mantiene las “costumbres” centenarias. Allí no verás caras femeninas porque sólo se permite la entrada a los hombres. ¿La razón? Aunque dicen que es el hogar sagrado de un santuario en honor a una diosa del mar, las razones no están del todo claras.

En cuanto a la regla que prohíbe la entrada a las mujeres, la explicación es tan simple como vacía: es una norma que se remonta a tiempos muy antiguos. Algunos argumentan que la razón se debe que el enclave estaba demasiado lejos y por tanto era un viaje peligroso para las mujeres embarazadas. Otras teorías son aún peores, vetando la entrada femenina porque las peregrinas eran consideradas “impuras” porque menstruaban

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