Una tercera parte de los habitantes la Tierra vive en “estrés hídrico” debido la escasez del agua; y de acuerdo con algunas estimaciones, en 30 años la mitad de la población mundial estará en esa condición.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua con el propósito de generar conciencia en torno al vital líquido. Este año la reflexión gira en torno al desperdicio y cómo reducir y reutilizar hasta un 80 por ciento del agua de uso doméstico, industria y en la agricultura.

En México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con el Programa de Manejo, Uso y Reúso de Agua (PUMAGUA) que implementa proyectos de infraestructura y uso responsable, con el propósito de alcanzar un manejo sustentable de esta recurso. A la fecha, PUMAGUA ha tenido éxito en ocho municipios de Tlaxcala, Puebla y Oaxaca.

Una meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es que en 2030 mejore la calidad del agua a reducir la contaminación, eliminar el vertimiento y minimizar la emisión de productos químicos y materiales peligrosos; disminuir a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar, y aumentar el reciclado y reutilización sin riesgos.

De acuerdo con el organismo internacional, más del 80 por ciento del agua residual generado por el ser humano regresa a los ecosistemas sin haber sido tratado o reutilizado; en tanto que mil 800 millones de personas utilizan una fuente de agua potable contaminada por heces, frente al riesgo de contraer cólera, fiebre tifoidea, disentería y poliomielitis.