Para lograr llegar a este lugar situado entre Israel y Jordania, es necesario descender alrededor de 418 metros bajo el nivel del mar. Mide más de 70 kilómetros de largo y 18 de ancho.

Es considerado el lago más salino del mundo pues posee altas concentraciones de cloruro de sodio, sales y minerales debido a que la cantidad de agua que se evapora de él es mayor de la que recibe, por lo que esta masa de agua posee la mayor concentración de sal, alrededor de 340 gramos por litro de agua.

Estas condiciones impiden los organismos vivos macroscópicos como los peces o las plantas puedan vivir allí, pero existen algunos microorganismos, como hongos y bacterias, que sí se han adaptado a estas condiciones.