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Conoce la historia del boxeador mexicano que se inspiró en el legendario "Rocky"
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- Category: Deportes
- Publicado: 08 Abril 2021
- Escrito por Milusa Martinez
Fuente: infobae.com
Concentrado en un hotel de Miami, Florida, Edgar Chairez se prepara para su décima pelea como profesional. Aunque, con 25 años, seis victorias contra tres derrotas lo respaldan, está a dos días de protagonizar el evento más importante de su carrera. Además de ser el primer enfrentamiento disputado en Estados Unidos, encabeza la cartelera y tiene la oportunidad de hacerse del título vigente de peso mosca.
Este viernes 9 de abril, el originario de Mexicali, Baja California, se meterá a la jaula contra Mefi Monterroso. A siete meses de su último combate, donde perdió contra Jesús Santos Aguilar, se ha preparado para convertirse en campeón. El sitio web Tapology lo situó en el puesto número 17 de los mejores peleadores en México y a su oponente en el 100 de su país. Pese a ello, dijo a Infobae México que “No me siento con ninguna ventaja. Estoy listo para cualquier cosa que se pueda presentar”.
Su destacada habilidad en las artes marciales mixtas ha sido consolidada a lo largo de nueve años de preparación, pero no siempre fue así. Desde la infancia intentó incursionar en diversas disciplinas deportivas como el fútbol, atletismo y basquetbol, aunque a la par crecía su admiración por los deportes de contacto. De hecho, junto a su abuelo, comenzó a desarrollar esa afición.
“Me encantaba ver el box Azteca con mi abuelo, el sábado de box. De hecho a mi abuelo le encantaba la lucha libre. Yo sé que es actuado y todo, pero no dejan de darte ganas de pegarle a otro güey. Siempre, desde bebé, mi abuelo me decía ‘Hazle como Rocky’. La película la mirábamos mucho y me ponía a hacer sombra según yo”, declaró. A los 11 años, jugando fútbol, sufrió un accidente que dañó severamente uno de sus ojos. De hecho, el riesgo de perder el órgano era latente, por lo que sus padres optaron por prohibirle realizar deportes de contacto. Con esa idea en mente probó suerte en otras disciplinas, donde también destacó, pues se considera un “deportista nato”.
Sin embargo, con la curiosidad de ponerse los guantes, a los 16 años ingresó a un gimnasio de box a escondidas de sus padres. El gusto no fue muy prolongado, puesto que su familia se enteró y, de nueva cuenta, fue reprendido por acercarse a dicha disciplina. La decisión crucial llegó dos años después cuando, en vísperas de cumplir la mayoría de edad, acudió a entrenar kick boxing por invitación de un amigo, pues las artes marciales mixtas no eran tan practicadas en su ciudad natal.
“Como siempre me gustó el deporte de contacto un amigo de la preparatoria me invitó y me llevó al kick boxing y ahí mismo me vieron cualidades y me empezaron a invitar a las demás clases y así fue como se dio”.