Warren Buffett, el reconocido inversionista, anunció este sábado que dejará su cargo como director ejecutivo de Berkshire Hathaway a finales de este año. Su sucesor será Greg Abel, actual vicepresidente de la compañía, a quien Buffett ha preparado cuidadosamente durante años para asumir el liderazgo del conglomerado.

“Creo que ha llegado el momento en que Greg debería convertirse en el director ejecutivo de la compañía a fin de año”, declaró Buffett durante la esperada reunión anual de accionistas en Omaha, que reunió a miles de inversores y admiradores.

Aunque dejará formalmente la dirección ejecutiva, Buffett aseguró que continuará vinculado a la empresa que transformó durante seis décadas. También reiteró que no tiene planes de vender su participación accionaria, la cual será donada tras su fallecimiento.

Un legado difícil de igualar

Buffett asumió el control de Berkshire Hathaway en 1965, cuando aún era una empresa textil en crisis. Junto a su socio Charlie Munger —fallecido en 2023—, la convirtió en uno de los conglomerados más sólidos y diversificados del mundo, con inversiones en sectores como seguros, energía, transporte y consumo masivo. Actualmente, la compañía tiene un valor de mercado superior al billón de dólares, mientras que la fortuna personal de Buffett supera los 168.000 millones. A pesar de ello, sigue residiendo en la modesta casa de Nebraska que compró en 1958.

También se espera que su hijo, Howard Buffett, lo suceda como presidente no ejecutivo, lo que refuerza la continuidad en la dirección estratégica del grupo.

El sucesor elegido: Greg Abel

Greg Abel, de 62 años, es vicepresidente desde 2018 y ha sido una figura clave dentro del conglomerado. Su trayectoria con la firma se remonta a 1992, cuando se unió a MidAmerican Energy, hoy conocida como Berkshire Hathaway Energy. Su gestión prudente y su conocimiento profundo de las operaciones de la compañía lo convirtieron en el sucesor natural.

La transición de liderazgo no es una sorpresa para los más cercanos al llamado “Oráculo de Omaha”. En 2021, Buffett ya había declarado públicamente que, de ocurrirle algo, Abel asumiría de inmediato el timón. Su nombramiento solo formaliza una sucesión largamente planificada.

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