Fuente: Agencia de Noticias MVT

Los alimentos fritos, galletas, pastelillos y bebidas azucaradas, presentes en la dieta habitual de los mexicanos, liberan dopamina en el cerebro, generando una sensación de felicidad o plenitud, pero no son nada saludables, especialmente para los infantes, destacó la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, Georgina Gutiérrez García.

La profesora del Centro Universitario UAEM Amecameca realizó un estudio nutricional en una escuela primaria del municipio de Temamatla, cuyos resultados revelaron que aunque los índices de sobrepeso u obesidad no fueron significativos, los infantes registraron un alto consumo de grasas, azúcar e hidratos de carbono provenientes de alimentos procesados

Indicó que como parte de su dieta cotidiana, los más de cien niños que conformaron la muestra consumen alimentos con altos índices calóricos, como tacos, tortas, sopes y otros; además, la cooperativa escolar les ofrece en su mayoría, productos azucarados.

La especialista en nutrición de la Autónoma mexiquense detalló que afortunadamente, los infantes realizan actividad física, principalmente relacionada con el campo, lo que evita que suban de peso.

Sin embargo, puntualizó, de continuar con el mismo ritmo de consumo de productos altos en calorías, durante su vida adulta presentarán enfermedades crónicas no transmisibles.

Georgina Gutiérrez García expresó su preocupación sobre la publicidad de dichos productos en medios masivos de comunicación, ya que conecta directamente con las emociones, es decir, relacionan la ingesta de ellos con un alto componente afectivo, lo cual representa un gran riesgo para los niños.

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