Fuente: mvt.com

Techos destruidos, postes de energía eléctrica y telefonía derrumbados, bardas afectadas en casas y escuelas, y otros daños menores dejó el paso de un supuesto “tornado” en territorio municipal de Jiquipilco, donde, de acuerdo con una evaluación preliminar de la policía municipal, no hubo muertos ni lesionados de consideración. El fenómeno hidrometeorológico se registró, de acuerdo con testimonio de vecinos, al filo de las 18:00 horas del martes 6 de febrero, cuando se comenzó a formar un gran “remolino negro como de nubes”, el cual poco a poco avanzó con intensas ráfagas de viento y agua, lo que provocó que varios techos de lámina, madera y cartón de distintas comunidades se arrancaran y volaran por el cielo.

La comunidad más afectada por el fenómeno fue Rancho Alegre, un caserío eminentemente rural en el que hay unas 50 viviendas, la mayoría construidas con madera y láminas de cartón y asbesto, muchas de las cuales se desprendieron por la fuerza del aire, por lo que sus pobladores pasaron la noche prácticamente a la intemperie. Pobladores refirieron que una hora después del paso del “tornado” arribaron al lugar patrullas y policías municipales de Jiquipilco, y más tarde una unidad de Protección Civil del Estado de México cuyos elementos realizaron una primera evaluación de las afectaciones, en la cual destacó que no se cobró ninguna vida.

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