AM Noticias | Mundo
Qué es la kakistocracia y por qué está arruinando a Venezuela y parte de Latinoamérica
- Detalles
- Category: Mundo
- Publicado: 05 Agosto 2023
- Escrito por Jatziry Miranda
¿Cómo pasó Venezuela de ser “el país más próspero de nuestra América Latina” a “una masa dependiente de las migajas que reciben de subsidios cada vez más empobrecidos del gobierno”? ¿Cómo llegó su Gobierno a tener una Constitución “de plastilina” que no es más que un un “texto de papel mojado que se manipula y muta libremente”? ¿Qué tuvo que pasar en ese país para provocar “la más grande migración de población que ha ocurrido en toda la historia de Occidente”?
Estas preguntas, y muchas más, las responde el abogado y profesor universitario Allan R. Brewer-Carías en su nuevo libro, Kakistocracia depredadora e inhabilitaciones políticas: el falso Estado de derecho en Venezuela. Pero vayamos de a poco.
En esta investigación, editada por la Universidad Jurídica Venezolana y de la cual puede leerse el comienzo al final de esta nota, Brewer-Carías explica -a la vez que denuncia- los mecanismos por los cuales Venezuela y otros países latinoamericanos como Nicaragua lograron crear “democracias aparentes, falsas o engañosas” y “Estados de derecho de mentira”, algo que el autor llama “populismos constitucionales”.
Elecciones arregladas, jueces corruptos, Constituciones “de plastilina”, proscripción de candidatos de la oposición, desaparición y tortura de personas, faltas a los derechos humanos y a la libertad de expresión, control de los medios de comunicación y una “ilegalidad legalizada”. ¿Cómo llegamos hasta acá? ¿Qué puede hacerse al respecto de cara al futuro? LeerKakistocracia depredadora, de Allan R. Brewer-Carías, es un buen comienzo.
Así empieza “Kakistocracia depredadora”
El falseamiento del Estado de derecho y el surgimiento de las kakistocracias
En el mundo contemporáneo, ante nuestros ojos y utilizando inicialmente instituciones democráticas, han aparecido como una supuesta innovación histórica, nuevos “modelos” de Estado de derecho de mentira, falsos y fraudulentos, resultado precisamente de su falseamiento, que han degradado o degenerado las democracias, convirtiéndolas en pseudodemocracias, o en democracias aparentes, falsas o engañosas, como ha ocurrido en muchos de nuestros países latinoamericanos.
Es el caso de Venezuela, donde el régimen que se instaló en el mismo hace ya más de veinte años insiste en seguir un modelo autocrático ultra caduco como es el cubano, ahora repetido en Nicaragua, falseando todo.
Se trata de por supuesto de “Estados de derecho” nominales que incluso tienen una Constitución que los declara formalmente como “Estados democráticos y sociales de derecho” y aún “de justicia,” pero con una Constitución de plastilina que se cambia, modula y moldea libremente por los órganos del Estado, la cual, por tanto, no se respeta, ni se cumple.
En algunos casos, incluso, se trata de Constituciones que fueron producto de una Asamblea Nacional Constituyente, utilizada como mecanismo democrático, pero no para recomponer un sistema político en democracia, con base por ejemplo, en algún gran acuerdo político nacional como ocurrió en Colombia en 1991, y como ha estado ocurriendo en Chile, con los plebiscitos efectuados, la Convención Constitucional y ahora la Comisión Constitucional producto de consensos; sino para asegurarle a un grupo político específico tomar por asalto el poder para perpetuarse en el mismo, como expresión de populismo constitucional.
Y así, desde el poder, resultaron gobernantes que no solo no han respetado la supremacía de la Constitución, pues en todos estos países hicieron o han hecho de la Constitución un texto de “papel mojado” que se manipula y muta libremente; sino que no han respetado la separación de poderes y, al contrario, han establecido un sistema de concentración total del poder, donde no hay control ni independencia alguna, de ningún tipo entre ellos. Y lo más grave es que en ese proceso, quienes gobiernan, desde el inicio, han asaltado específicamente el Poder Judicial y lo han convertido en el principal instrumento del autoritarismo, con Jueces Constitucionales que nada controlan en materia de control de constitucionalidad, sino que más bien avala las inconstitucionalidades del gobierno.
Gobiernos que no garantizan el acceso al poder conforme a las reglas del Estado de Derecho, pues el órgano electoral es utilizado a mansalva a favor los mismos gobernantes; el registro electoral es manipulado, con el resultado de que, en esa forma, no hay ni puede haber elecciones limpias, ni justas ni confiables.
Sistemas en los cuales se inhabilita y se encarcela a los candidatos opositores como ha sucedido recientemente en Nicaragua y Venezuela; donde como también ocurrió en Venezuela en 2015, se suspendió por vía judicial, sine die, la proclamación de candidatos electos de la oposición para quitarle la mayoría calificada a la oposición; o como ocurrió en 2021, cuando sin cortapisas, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo secuestró a todos los partidos políticos de oposición nombrando en sus sentencias nuevas autoridades partidistas, todas vinculadas al gobierno. Así, las elecciones efectuadas, en general, han resultado ser fraudulentas; lo más parecido a las supuestas elecciones cubanas donde solo se eligen los escogidos por el régimen.
Se trata, por supuesto, de regímenes donde no hay respeto a los derechos humanos, bastando solo mencionar los Informes recientes de los Comisionados de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sobre el caso de Venezuela, donde incluso se ha denunciado la comisión de crímenes de lesa humanidad que motivaron el inicio formal de una investigación por parte de la Corte Penal Internacional; investigación que ha sido renovada recientemente como lo ha anunciado el Fiscal de la misma en la propia sede del gobierno de Venezuela, en el cual se involucra a toda la cadena de mando que va desde el Presidente de la República hacia abajo.
Con información tomada de: https://www.infobae.com/leamos/2023/08/04/que-es-la-kakistocracia-y-por-que-esta-arruinando-a-venezuela-nicaragua-y-parte-de-latinoamerica/