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¿Quiénes son los favoritos para suceder al Papa Francisco?

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Aunque hay un viejo dicho sobre los favoritos a la hora de elegir un nuevo sucesor de San Pedro que reza "quien entra papa sale cardenal", lo cierto es que cada vez que se ha convocado un cónclave un grupo de príncipes de la Iglesia llega con más peso que los demás. Aunque en muchas ocasiones no han sido los que más votos recabaron, su peso sí ha resultado determinante a la hora de aconsejar o influir entre los electores hacia una determinada persona.

En esta ocasión, el Colegio Cardenalicio ha sido nombrado en sus dos terceras partes por Francisco. Del mismo modo, la mayoría de los purpurados que más suenan son afines a él, con algún matiz sobre un perfil algo más o algo menos dialogante que Bergoglio. No obstante, tampoco es descartable que alguno de los conservadores pudiera acabar sentado en la silla de San Pedro. 

Casi 50 años sin un papa italiano

Muchos son los que apuestan por la vuelta a un papa italiano. Después tres papados consecutivos (S. Juan Pablo II, Benedicto XVI y el propio Francisco) y 47 años sin un sumo pontífice nacido en el país que más papas ha dado. No obstante, la apuesta de Bergoglio por la periferia ha diluido de manera importante el peso de Europa en la vocación respecto a "las periferias".

Con estos mimbres, los dos principales favoritos que surgen son Pietro Parolin, el secretario de Estado del Vaticano y número dos de Francisco y Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal italiana y persona de total confianza del difunto pontífice. Junto a ellos, surge con fuerza la figura del filipino Luis Antonio Tagle, de perfil aún más progresista que Bergoglio y que en la actualidad es el pro prefecto de la Sección para la Primera Evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio de Evangelización.

Dentro del espectro conservador, aparecen el cardenal húngaro Peter Erdő, uno de los más veteranos con sus 20 años como purpurado, y el neerlandés Willem Eijk, arzobispo de Utrecht y un destacado teólogo cercano a la línea de Benedicto XVI. Aunque siempre salen a la palestra los nombres de los grandes opositores a Francisco, como Robert Sarah y el estadounidenses Raymond Burke, ambos cuentan con pocas papeletas reales por ser vistos como demasiados duros.

Pietro Parolin (Italia, 70 años)

La mano derecha de Francisco. Parolin es reconocido por su habilidad diplomática y su influencia se ha dejado sentir en la gestión de los asuntos internos y externos de la Santa Sede. Le avala también su amplia experiencia en las relaciones internacionales y su perfil moderado, lo que le hace ganar enteros como un papa de consenso.

Matteo Zuppi (Italia, 69 años)

El presidente de la Conferencia Episcopal italiana es considerado por muchos como el delfín de Francisco. Miembro de la Comunidad de Sant Egidio, un movimiento que se basa en los pobres, la oración y la paz. Su peso queda demostrado por el hecho de que el propio Bergoglio le encomendó una misión de paz en Ucrania, prueba de su capacidad de lidiar en entornos complicados, algo clave para la actual situación geopolítica mundial.

Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)

El candidato más progresista de los papables, con posturas más radicales incluso que las de Francisco en algunos de los puntos clave. Pro prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Tagle es la cara de la creciente comunidad católica asiática. Destaca por su carisma y su experiencia pastoral. Su puesto actual le da una gran visibilidad y peso en "las periferias", clave para la votación que se aproxima tras los cambios realizados por Bergoglio en el Colegio Cardenalicio. 

Fridolin Ambongo (República Democrática del Congo, 65 años)

El hombre fuerte de la Iglesia africana, la que más crece ahora mismo dentro del Catolicismo y con un peso cada vez mayor. Su ascenso ha sido meteórico desde que fuera creado cardenal en 2019. Poco después consiguió entrar el el C9 (los nueve cardenales que rodeaban al papa). Su capacidad de liderazgo quedó clara al lanzar un llamamiento a todos los africanos a adoptar una posición común frente a la bendición de parejas del mismo sexo lanzada por Francisco. Él mismo trasladó a Roma el "No" a esta iniciativa y obtuvo una derogación del propio pontífice. Fuera de este gesto, su postura es moderada con guiños también a posturas más progresistas, como en lo que se refiere a la justicia social. Por ejemplo, aseguró que "Africa respaldaría el diaconado femenino" si el pontífice lo consideraba oportuno.  

Peter Erdő (Hungría, 72 años)

De corte conservador, el arzobispo de Budapest es un destacado teólogo que ha jugado un papel clave en el diálogo ecuménico, especialmente con las iglesias ortodoxas. Muchos destacan de él su cultura y su capacidad para unir a diferentes comunidades de fe y una persona capaz de aunar a todas las sensibilidades. El Congreso Eucarístico Internacional de Budapest en 2021 fue uno de los hitos que le puso en boca de todos como referente y ejemplo. 

Willem Eijk (Países Bajos, 71 años)

Otro de los conservadores que tiene posibilidades. Médico de formación antes que sacerdote, es un destacado defensor de la Vida desde el nacimiento hasta la muerte siendo un ferviente activista contra la eutanasia. Se ha opuesto a Francisco en varias de sus propuestas clave como lo referente al acercamiento al movimiento LGBT, la comunión de los divorciados. Su postura es que "el futuro está en la fe ortodoxa, clara y auténticamente manifestada".

Cardenal Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)

Considerado el favorito de Francisco para sucederle, tiene cómo principal hándicap que no es muy conocido. De origen argelino y padres inmigrantes, el arzobispo de Marsella es un hábil político, sin que se haya posicionado con claridad en asuntos clave. Quienes le secundan destacan su enfoque pragmático, que le permite alcanzar consensos en ambientes difíciles.

Robert McElroy (EEUU, 61 años)

El hombre fuerte de Francisco en EEUU, que lo trasladó a Washington tras la victoria de Donald Trump. Defensor de los inmigrantes y un firme opositor a las políticas del republicano desde su llegada a la Casa Blanca, su nombramiento podría verse como una declaración de guerra, lo que le resta opciones.

Timothy M. Dolan (EEUU. 75 años)

En la situación contraria al anterior, está bien visto en la Casa Blanca, y, de hecho, llevó el oficio de acción de gracias de la toma de posesión de Trump en enero. Es un hombre firme, que en 2020, advirtió a Trump de que sus mensajes tras perder las elecciones podrían provocar violencia en el país. Si fuera elegido, sería un guiño hacia el presidente en un momento en que las relaciones entre el Vaticano y Washington están tensionadas por las políticas del republicano, sobre todo en lo que se refiere a inmigración.