Fuente: El País

Miles de personas salen este domingo a la calle en Honduras en protesta ante la incertidumbre electoral en la que está sumido el país, que una semana después de celebrados los comicios siguen sin tener ganador. Una joven de 19 años murió a manos de la policía militar cuando un grupo de manifestantes fueron atacadas por los uniformados. Este sábado, sin embargo, la ola de violencia que golpeó a la nación centroamericana ha mermado un poco.

Los seguidores del líder opositor Salvador Nasralla, que rechazan el resultado provisional de las elecciones ofrecido por el Tribunal Electoral, que lo sitúa por debajo del actual presidente Juan Orlando Hernández, salieron a la calle vestidos de blanco y con una rosa en la mano en señal de protesta.

Las manifestaciones simultáneas en varios puntos Honduras se convocaron desde la mañana del domingo para poder respetar el toque de queda impuesto en el país y que prohíbe la libre circulación de personas y vehículos entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana.

El toque de queda, que cede el control de las calles a los militares, pretende frenar la violencia desatada desde el miércoles en varias partes del país, principalmente en la capital Tegucigalpa.

En los últimos días cientos de jóvenes han protestado en rechazo a lo que consideran un “fraude” electoral junto a grupos de encapuchados que levantaron barricadas y protagonizaron saqueos y destrozos en varios comercios. La revuelta deja hasta el momento un menor muerto por arma de fuego según testigos, aunque la oposición dice que las víctimas serían tres, y más de un centenar de detenidos.

Paralelamente el Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE) decidió reanudar este domingo el conteo especial de 1.000 actas que tendrían inconsistencias.

Los magistrados suspendieron el sábado el escrutinio ante la ausencia de representantes de la Alianza de Oposición, cuyo candidato, Salvador Nasralla, ha sembrado dudas sobre la independencia del tribunal, cuyo presidente fue nombrado por el Partido Nacional actualmente en el poder y exige un nuevo conteo de más de 5.000 actas.

Este domingo el presidente del TSE, David Matamoros, anunció que se reiniciará el conteo de las actas con irregularidades a pesar de la ausencia de representantes de la oposición.

Según Matamoros, el Tribunal “no tiene nada que esconder” y pidió a los hondureños entender que “la elección no le pertenece ni a Salvador Nasralla ni a Juan Orlando Hernández, sino al pueblo de Honduras”, dijo en referencia al polémico papel del órgano electoral y al controvertido escrutinio durante el que se dieron dos apagones informáticos durante los cuales los resultados cambiaron radicalmente.

Ambos candidatos se declararon ganadores la noche del domingo pasado antes de que el Tribunal publicara su informe de resultados oficiales. El más reciente cómputo registrado coloca al presidente Hernández a la cabeza con el 42,92%, mientras que Nasralla estaría ligeramente abajo, con 41,42% con el 94,35% de las mesas electorales procesadas.

Nasralla ha denunciado que se está fraguando un fraude para robarle su supuesto triunfo en las elecciones. El candidato ha solicitado el recuento de 5.200 actas, pero los magistrados solo han otorgado la revisión de 1.006. “El problema es que el Tribunal Electoral depende del presidente de la República y la noche electoral ya logró retrasar el conteo”, dijo Nasralla a este diario hace unos días.

La incertidumbre en la que viven los hondureños tras las elecciones llevó al Gobierno de Hernández a imponer desde este viernes un toque de queda por las próximas diez noches. Esto ha obligado a replegarse a los cientos de manifestantes que habían salido a protestar a las calles por el presunto fraude orquestado por las autoridades.

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