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Ixtlahuaca, el municipio donde más votaron en el Edoméx

elecciones en edomex

Fuente: El País

El municipio de Ixtlahuaca en la zona norte del Estado de México es verde, campesino, pobre y uno de los lugares donde el entusiasmo democrático alcanzó el domingo sus mayores cotas. Casi niveles europeos. Sin embargo, en Ixtlahuaca, el amor a la democracia es lo único que tiene aires europeos: el 40% de la población es indígena Mazahua, el 25% vive en la pobreza extrema y casi el 70% recibe algún tipo de ayuda social gracias a los múltiples programas de los que se beneficia la comunidad: Prospera, PAL sin Hambre, Adulto mayor, Procampo, vivienda...

Ixtlahuaca es uno de los municipios donde Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento de Regeneración Democrática (Morena), denunció una masiva compra de votos que dieron, según él, un vuelco a las elecciones. “Donde nosotros ganamos la participación no superó nunca el 54% pero en lugares donde ganó el PRI, como Valle de Bravo o Ixtlahuaca [entre otros] llega al 66% y el 64%”, aseguró Obrador en uno de los vídeos que ha grabado tras las elecciones.

El líder de Morena anunció que impugnará toda la elección y solicitará la anulación de cinco distritos, entre ellos Ixtlahuaca, donde la participación es sospechosamente alta. La oposición cree que ese repentino fervor en las urnas fue provocado por una masiva compra de votos, coacción y relleno de urnas. En términos globales la participación media en el Estado de México fue del 52%, 12 puntos por debajo de lo que se registró en este municipio. Seis años antes, fue del 54%. Esto podría haber proporcionado al PRI más de 80.000 votos, en unas elecciones que se decidieron por casi 170.000 sufragios.

Los representantes de Morena en Ixtlahuaca creen que el éxito del PRI en una de las zonas más pobres de la región se debe a una estrategia en dos etapas: antes y durante la elección. “Les cortaron el paso, los bajaron del vehículo, los golpearon con violencia, amenazaron y le prendieron fuego a la camioneta”. Quien habla es Jesús, compañero de partido de Ramiro Velázquez, de 52 años y Oliva Reséndiz, de 45. Los dos militantes de Morena fueron golpeados el 18 de mayo hasta la extenuación por hacer campaña a favor de la maestra Delfina Gómez. Aquel día, después de la brutal paliza les dejaron una advertencia: “Ya párenle a sus chingaderas de Morena y ándense con ojo”, les dijeron con arma en mano. Los dos militantes continúan hospitalizados y la denuncia interpuesta en la Procuraduría jamás recibió respuesta.

“La amenaza ha sido una constante durante los dos meses de campaña”, explica atemorizada Alma Suárez, representante de Morena ante la autoridad electoral, en la sede del partido en Ixtlahuaca. “Agresiones directas, amenazas y acoso a los activistas de Morena han sido la tónica general. El patrón se repite donde hay pobreza e ignorancia y cuando no funcionó esta estrategia intentaron la del miedo”, añade. Este periódico trató repetidas veces sin éxito de conocer la versión del CEN del PRI y de Jesús Morales, secretario del Ayuntamiento de Ixtlahuaca.

Paralelamente el día de votación la estrategia dio un paso más en este municipio a dos horas de la Ciudad de México y los operadores políticos del PRI pusieron en marcha el largo glosario de trampas existentes, denuncian. Un día antes, al igual que en decenas de municipios de todo el Estado de México, aparecieron varias cabezas de cerdo en la sede del partido en Ixtlahuaca. La semana anterior, coronas de flores.

La noche del 4 de junio, según la oposición, se rellenaron las casillas con miles de votos y en otras ni siquiera hizo falta eso. En el 9% de las más de 300 urnas del distrito Morena no hubo interventores; principalmente porque el día anterior un mensaje apócrifo de la fiscalía contra delitos electorales que pudo ver EL PAÍS, llegó hasta su puerta advirtiendo que cometía un delito y las consecuencias.

Paralelamente la maquinaria del Partido Revolucionario Institucional, el famoso músculo del PRI, capaz de mover decenas de miles de votos en unas pocas horas, funcionó a todo lo que da: ‘acarrero’, ‘Casas amigas’, desde la que se coordinó la estrategia, desayunos gratuitos, bingo para los mayores o confirmación a pie de urna, padrón en mano, de quienes sí o no habían ido a votar por el partido en el poder, fueron algunas de las estrategias utilizadas.

Para tratar de neutralizar a la oposición, el teléfono de Guadalupe Díaz, coordinadora de campaña de Morena en el municipio, recibió más 200 llamadas en las que nadie contestaba desde teléfonos no identificados entre las cuatro y las seis de la tarde de la jornada electoral. 200 llamadas más desde la una de la tarde, con las que se logró inutilizar su teléfono durante el día clave, como pudo comprobar este diario.

Cuando el miércoles se abrieron las casillas y se recontaron todas las actas, el resultado fue el mismo que el anunciado por el PREP la madrugada del lunes; todo cuadraba. “El fraude no está ahí sino en la inmensa maquinaria que funciona antes y después de la votación. Primero, las amenazas y los funcionarios al servicio del PRI y después, durante la votación. Los votos se venden de 50 a 500 pesos si es necesario. La pobreza es muy aguda”, explica Díaz. “No alegamos los números oficiales, pero sí la calidad democrática”, denunció Horacio Duarte presidente de Morena en el Estado de México. En la verde Ixtlahuaca “calidad” y “democracia” son todavía términos tan alejados como el desarrollo.

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/09/mexico/1497019712_238808.html?id_externo_rsoc=FB_MX_CM