Fuente: Aristegui Noticias

Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, aseguró que luego de que el Congreso de Estados Unidos aprobara “la más importante reforma fiscal en una generación”, México debe hacer lo propio.

En entrevista para #AristeguiEnVivo, dijo que “más allá de la opinión a favor o en contra” de la reforma en EU, “de lo que no cabe ninguna duda es que va a cambiar de tajo los parámetros, la forma, en cómo se conducen las legislaciones fiscales en todo el mundo. México desde luego no puede ser la excepción, un país que está tan íntimamente ligado en la parte comercial, en la parte financiera con EU no puede ser ajeno a estas circunstancia”.

Por ello desde agosto la Coparmex presentó “una propuesta integral que entregamos a la Secretaría de Hacienda” para llevar a cabo una reforma fiscal.

“Lástima que vamos a tener que llegar tarde a la cita en México y apenas reaccionar una vez que esta iniciativa está siendo aprobada y parece que comenzará a aplicarse a partir de enero próximo”, expuso.

Reconoció que la reforma fiscal de EU “incide en la capacidad, en la viabilidad que las empresas canalicen flujos de inversión de un país a otro”.

Mientras que en la renegociación del TLCAN “no depende directamente de México, sin embargo en materia tributaria se tienen que tomar decisiones en Los Pinos, Senado y San Lázaro”.

Recordó que en 2014 aumentó “de manera sensible” la recaudación en México, por lo que llamó a encontrar un modelo que no sólo beneficie al gobierno sino a las empresas y los ciudadanos.

“En la Coparmex señalamos que claro que sí hay espacio para que se pueda procesar una reforma fiscal antes de que acabe la administración, no hay margen de maniobra, es prácticamente condenar al país a heredarle el problema a la siguiente administración”, aseveró.

Llamó a avanzar en temas como la deducción plena de las prestaciones laborales; una revisión a fondo de la tasa de impuestos a las personas en la informalidad; y una reducción progresiva del impuesto corporativo (ISR)

“Estos temas tienen que ser revisados a fondo”, planteó.

“Sí es posible al menos reducir un punto porcentual cada año, dar la señal que podemos llegar sí a un 24.66 por ciento, es la tasa promedio del impuesto corporativo (ISR)”, propuso, pues actualmente está en 30%.

“Estamos ante un gran desafío y si no queremos enfrentarnos a ver cómo paulatinamente perdemos el flujo de inversión, si no queremos darnos cuenta que las corporaciones en lugar de reinvertir sus utilidades en México, empiezan a llevárselas a EU por esta reforma fiscal, más nos vale que hagamos las reformas acá en casa.

“Este tema es de decisiones cien por ciento domésticas. El caso del TLC implica el acuerdo de tres países. El hacer una reforma fiscal a fondo es responsabilidad de México y sus gobernantes”, sostuvo.

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