Fuente: es.gizmodo.com

*Tu casa permanecerá más fresca durante la noche si la mantienes lo más fresca posible durante el día. Durante las mañanas y las noches, abre las ventanas para permitir que el aire fluya a través de tu hogar. Durante las tardes (o antes de irte a trabajar, si trabajas de 9 a 17), ​​cierra las ventanas y baja las persianas para mantener el aire fresco y a buen recaudo del sol de verano.
*Crea un enfriador pasivo improvisado rociando una sábana con agua fría y colgándola frente a una ventana abierta. (Asegúrate de haber elegido una ventana que tenga una brisa).
*Fabrica otro refrigerador improvisado colocando un tazón de hielo en frente de un ventilador.
*Si no puedes enfriar tu hogar, enfría tu cuerpo. Una ducha fría justo antes de acostarte puede ayudar a bajar la temperatura de su cuerpo lo suficiente como para que te quedes dormido.
*Si todo lo demás falla, humedece un pañuelo con agua muy fría, escúrrelo para que no gotee sobre las almohadas, dóblalo en un rectángulo y colócalo sobre tu cuello. Tener algo frío cerca de tus principales vasos sanguíneos te ayudará a refrescar todo el cuerpo. (¿No tienes pañuelo? Seguro que tienes calcetines a mano, pero procura que estén limpios.

*Cambiar de una posición de dormir acurrucado a una posición de estrella de mar puede ayudar a enfriar tu cuerpo, en parte porque la segunda permite el flujo de aire hacia las axilas y la ingle (ambas son lugares notoriamente cálidos y sudorosos).
*¡No olvides tu hidratación! Una de las mejores maneras de refrescarse es tomar un vaso de agua fresca. Aunque tengas que levantarse en el medio de la noche para ir al baño, es mucho mejor que despertarte con dolor de cabeza y deshidratado.

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