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¡E.T cumple 40 años!

ET

 Cómo nació la idea de contar la historia de un extraterrestre tierno. El recuerdo de la infancia de Spielberg que la generó. El rechazo por parte de su estudio. La elección de los niños en el casting. La innovación con la banda de sonido. Y el secreto de por qué una criatura que debía ser monstruosa todavía nos roba el corazón.

En Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, Steven Spielberg ya había lidiado con extraterrestres. Contrariando una tradición de Hollywood, estos no eran amenazantes, no venían a atacar a los terrícolas. Lo mismo sucede con E.T. Es un alienígena amigable, con corazón, tierno.

Pero en su origen la historia era muy diferente. Spielberg trabajó durante unos años, junto a John Sayles, en un guión titulado Night Skies. Unos alienígenas hostiles atacaban a una familia que vivía en una zona rural. Vandalizaban el ganado, los asediaban, querían asesinarlos. Destruían cosas tocándolas con unos dedos anormalmente largos que se iluminaban. Uno de los invasores se separaba del grupo y demostraba ser diferente al resto. Conectaba y se hacía amigo de un chico que estaba dentro del espectro autista. Después de pensarlo, el director desistió del proyecto aunque rescató una historia para trabajar más en profundidad (otros elementos de ese guión aparecieron en Poltergeist y en Gremlins).

De ese guión descartado, Spielberg eligió la del contacto entre un ser de otro planeta y un niño de la Tierra, se centró en esa conexión. Mientras filmaba en el norte de África la primera entrega de Indiana Jones, Spielberg habló de la historia con Harrison Ford y su novia de entonces (sería la esposa del actor durante dos décadas) Melissa Mathison. Spielberg venía de filmar películas de gran presupuesto, de pesada producción y pretendía que el siguiente proyecto fuera algo personal, casi de cámara, que pudiera rodar en cuatro semanas, que expresara algunos de sus miedos, frustraciones y dolores de la infancia: quería abordar el sufrimiento infantil por el divorcio de sus padres. Finalizado el rodaje de Los Cazadores del Arca Perdida, dos meses después de las charlas en Túnez, Melissa Mathison le entregó a Spielberg un guión que se llamaba E.T. and Me (durante el rodaje posterior el proyecto tuvo el título provisorio de A Boy’s Life). Contenía todas las ideas que ellos habían hablado y mucho más. El director lo calificó como un guión perfecto. “Sólo alguien como Melissa, con esa generosidad y un corazón inmenso, podía escribir algo así”, dijo Spielberg. A pesar de eso, luego tuvo algunas reescrituras en las que se incorporaron escenas como las de la borrachera de E.T. y la de la persecución final.

La creación de E.T., tanto su concepto visual como su funcionamiento, era vital para la película. Sin él no había film. En su creación se invirtió un millón y medio de dólares, el 15% del presupuesto total.

Los sonidos que emite E.T. los creó el encargado del sonido (otro merecido Oscar) mezclando sonidos de animales, la voz de Debra Winger y varios elementos más. El mismo diseñador de sonido quedó prendado con la voz de una señora mientras estaba en la fila del supermercado y la contrató para que el extraterrestre hablara como ella: la mujer tenía una voz como salida de un sótano, con eco propio y áspero, producto de los dos atados diarios de cigarrillos que fumaba desde hacía décadas.

Steven Spielberg no sabía bien cómo resolver la escena de los médicos que atienden a los dos protagonistas. Decidió contratar a verdaderos profesionales de la salud para que los movimientos fueron naturales y les pidió que trataran a E.T. como si fuera un paciente de carne y hueso y que utilizaran la jerga médica adecuada.

El film se estrenó el 11 de junio de 1982, hace cuarenta años. Se convirtió en un enorme éxito. En poco tiempo se transformó en la película más taquillera de la historia hasta ese momento. Esa, la de la que más recaudó durante el siglo XX era una carrera sólo de dos: George Lucas y Steven Spielberg. Tiburón fue desplazada por Star Wars y ésta por E.T., y once años después Spielberg se batió a sí mismo con Jurassic Park. Consiguió en la taquilla más de 800 millones de dólares y su permanencia en las salas también constituyó un hito. E.T. se transformó en un fenómeno. Hubo libros, posters, remeras, toallas, lapiceras y muñecos. Y tuvo su frase célebre, que se instaló en la cultura popular: E.T. phone home.

 

Con información tomada de: https://www.infobae.com/historias/2022/06/11/et-cumple-40-anos-el-film-de-terror-que-no-fue-la-escena-que-cortaron-y-en-quien-se-inspiraron-para-construirlo/