La Esclerosis Lateral Amiotrófica o también conocida como ELA, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalemente a las células nerviosas cerebrales y de la médula espinal.

Cuando las neuronas motoras mueren, el cerebro pierde la capacidad de iniciar y controlar el movimiento de los músculos y el efecto progresivo de este padecimiento sobre la acción de los músculos voluntarios, hace que los pacientes queden completamente paralizados en las etapas finales de la enfermedad.

En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 21 de junio como el Día Mundial contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica, con el objetivo de hacer un llamado gubernamental para que incremente la calidad en los servicios de salud ofrecidos a todos aquellos pacientes que la padecen así como mejorar las líneas de investigación que involucren causas, tratamiento y cura de la enfermedad.

Debilidad progresiva en brazos y piernas, problemas para sostener los objetos, temblores frecuentes mientras camina, arrastrar palabras al hablar, dificultades para masticar, tragar o respirar entre otros, son algunos de los síntomas principales que destacan a la enfermedad.

Con el objetivo de mejorar la calidad de vida a todos los que padecen ELA, la OMS recomienda tratarse de manera interdisciplinaria para reducir los estragos producidos por la enfermedad entre los que incluyen tratamiento fisioterapéutico, atención respiratoria, orientación nutricional, terapias de habla y actividades de socialización.