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¿Estamos cerca de poder leer los pensamientos?
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- Category: Vida y Salud
- Publicado: 22 Febrero 2024
- Escrito por Redaccion
El 29 de enero de este año, Elon Musk hizo un anuncio impresionante para la comunidad científica.
En su cuenta de X, a donde cuenta con más de 173 millones de seguidores, el empresario dio a conocer el éxito de la primera intervención quirúrgica implantando un dispositivo desarrollado por su start up Neuralink en un humano. El nombre del dispositivo por supuesto es de llamar la atención: Telepathy (Telepatía).
Unos meses antes, en septiembre del 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), autorizó que el dispositivo pudiera implantarse en humanos, lo que avala el rigor del dispositivo.
Neuralink implantó Telephaty a una persona elegida entre un grupo de voluntarios, afectados de tetraplejia y esclerosis lateral amiotrófica, y según ha dado a conocer recientemente Elon Musk, la persona en cuestión puede mover el cursor de un ordenador con la mente.
Es deseable que Telepathy consiga medir las señales cerebrales relacionadas con el movimiento en personas de movilidad reducida, para que en su momento puedan controlar el movimiento de una prótesis o interactuar con un ordenador.
Pero una señal muscular no es igual a un pensamiento. Es lo que se conoce como interfaz cerebro-máquina. Pero para nada es "telepatía".
Lo verdaderamente revolucionario sería que el dispositivo de Neuralink funcionara reconociendo la actividad neuronal que genera el pensamiento. Y esto posiblemente no se logre nunca.
La razón es por lo que se conoce como "la zona ciega" del cerebro, porque el pensamiento generado no es visible: El disparo de la neurona se pierde en la oscuridad.
Por lo pronto, estamos lejos de conocer el pensamiento, las intenciones, los recuerdos o los deseos utilizando algún equipo tecnológico por avanzado que sea.
Incluso con dispositivos ya muy reconocidos, como pueden ser los estimuladores profundos, hay mucha oscuridad sobre por qué funcionan, -no cómo funcionan-, y qué efecto tienen. Por cierto, estos empezaron a utilizarse para tratar utilizarse para tratar el párkinson y, más adelante, se extendió a otras patologías, como la obesidad mórbida o la depresión.
Por lo pronto, el que alguien que no sea Dios mismo pueda leer la mente humana, es científica y técnicamente imposible.