Los muslos de pollo se envuelven en lonchas muy finas de prosciutto o jamón para darle un toque salado y exquisito. ¡La salsa de ajo como cobertura final es espectacular!

Ingredientes
110 g jamón curado cortado en lonchas finas
900 g contramuslos de pollo deshuesados
sal o pimienta negra molida
240 ml crema (o nata) para montar
2 dientes de ajo picados
1 cdta. salvia seca o tomillo seco (opcional)
1 cda. albahaca fresca (opcional)

Instrucciones

Envolver los muslos de pollo con el prosciutto. Añade pimienta por ambos lados. El prosciutto es salado, así que no es necesario añadir más sal al pollo.

Calentar una sartén grande a temperatura media con mantequilla. Colocar el pollo en la sartén y cocinarlo hasta que esté dorado por ambas partes. Asegúrate de que la sartén no esté muy llena de ingredientes. Es posible que necesites cocinar el pollo en varias tandas para que se hagan uniformemente. El pollo está hecho cuando la temperatura interna ha alcanzado los 73°C (165°F). Retirar el pollo de la sartén y mantener caliente.

Reducir a temperatura baja y añadir la nata y el ajo a la sartén donde has cocinado el pollo. Remover para combinar la grasa del pollo en la sartén. Probar y sazonar con salvia (opcional), sal y pimienta.

Hervir ligeramente hasta que la salsa se haya reducido a tu gusto. Cuanto más se cocine más espesa quedará. Volver a colocar el pollo en la sartén con la salsa y recalentar durante unos minutos.

Decorar con albahaca fresca (opcional) y servir el pollo y la salsa con verduras.

Consejo

Si no encuentras muslos de pollo sin piel, puedes utilizar los que vienen con ella, pero asegúrate de cocinarlos a una temperatura de 74 °C (165 °F).

Este plato se mantendrá en la nevera hasta 4 días o congelado hasta 2 meses.

Añade un poco de zumo de limón o de cáscara de limón para darle un toque aromático.